También el simio adopta la corbata,
aunque el difícil nudo obstruya el morro.
Agarrar y encender el luengo porro,
y crispar y escupir la perorata.
Con tu mensaje has difundido el caldo
encendiendo el furor de los latinos,
que trazan, en tu gran nación, caminos
y no atajos, mi pálido Donaldo.
Desconocíamos tu obtusa novia
a quien la gente llama Xenofobia:
severa con los tonos de la piel.
Escondidos del seso —por la pompa—,
labios y lengua... ¡Diéronte una trompa!
¡Con rancia guinda ornaste tu pastel!
Pasé, leí y disfrute leyendo el último soneto de tu excelente blog, dedicado a tan extremista personaje, crucemos los dedos para que no sea elegido presidente de los EEUU....Un abrazo
ResponderEliminarRoberto