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Venezuela en tempestad

Foto de Juan Barreto (AFP)


Siento el dolor que encorva a mi terruño,
antes casa pujante de adalides
que signaron la alianza como un cuño,
hoy lo repujan cínicos Alcides.

La madre osada estorba al artefacto,
el joven con broquel resguarda el frente;
y el crimen, ¡obvio crimen!, ipso facto
lo ejecuta el conscripto-delincuente.

Este Gómez, no menos que Iscariote,
toma la plata, luego va, perpetra;
ríe al mojar en sangre su bigote.

Mas, la frase no olvide de provecho:
cuando la tiranía se hace letra
¡la rebelión es justa por derecho!


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