Federico García Lorca |
Arroja sus saetas este Hércules hispano
desde su torreón hecho de piedra indómita,
su boca aporta olivas ansiadas por el crimen,
sus manos van al día con la escardilla encima.
Se tercia la guitarra con sonrisa y avena;
hace geometría con la fuerza del muslo;
a la luna de estaño la mira con su canto;
bebe del río intenso, jugo de Andalucía.
Federico es tan útil como la hoz en verano
recortando los tallos que darán a la boca
pan imperecedero, y platos abismales.
Federico es tan frágil como taza de barro
dispuesta en el mesón a punto de quebrarse…
Y fueron a quebrarlo junto aquellas raíces.
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