Aquí asume el silencio con premura
su vacía tormenta sin sonido
a saturar la habitación oscura
donde yazgo hace tiempo consumido.
Refiere con acento a su manera
cada estrépito oculta de su boca;
nada dañino, nada que blandiera
con el filo o quebrante con la roca.
Espécimen mostrando su portento
al sonido que posa inexpresivo
y tildado vasallo sin aliento.
Admito ser su férvido cautivo.
El silencio es acústico en su clase,
lo acústico silencia ante su pase.
Comentarios
Publicar un comentario