Soneto clásico
Se argumenta, pues, casi con un grito,
al leer un artículo anunciado
de un político exento del delito
por malversar los fondos del Estado.
«Lo típico» se dice, de hito en hito,
justifica el presunto inculpado:
«—Magistrados, lo digo, lo repito;
al país ni un centavo yo he hurtado.
Se funda mi gestión para el ¡servicio!,
y así solventar con prudentes medios
a mi jurisdicción su maleficio.»
Este político es mas que un absurdo
de honra, y para su estafa no hay remedios...
pues montó con su influencia juicio burdo.
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