EL HACEDOR
Araña transmitida por la tapia,
o marea de sal ciñendo al vulto;
deidad inmemorial de la prosapia
marina perdurando como culto.
El tumi liberaba al cuello vivo
del torrente de sangre que a su lengua
pagaba por situar el reino altivo
y proteger la siega de la mengua.
De la luna subsiste en su morada,
todavía el vestigio de esta esencia
como figura grave y señalada.
Como parte del dogma y la conciencia
El Hacedor impuso propia mano
al cimentar el derredor humano.
HUACO SEXUAL
A la manera de Pietro de Aretino en sus sonetos lujuriosos.
A un huaco en particular.
“Follemos alma mía; tú sentada,
yo echado, con el dorso puesto en tierra;
goza de mi entrepierna apasionada
y sentirás lo que mi cuerpo encierra.
Tus piernas coronando mis caderas,
a tu muslo mi mano se encamina;
son mis pasiones rígidas y austeras
y aptas por penetrar en tu vagina”.
Representar la cópula endogámica
prueba la comunión de cuerpo y alma
como acato solemne en la cerámica.
Destreza demostrada. Siempre empalma
oficios de una casta que depura
la integridad del hombre con Natura.
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