I
Hablemos de mi tierra de Apaicuar,
arcilloso país cumanagoto,
que alentó a Cayaurima a batallar,
no sin antes pintarlo con onoto.
Los valles siempre verdes en Aragua,
Páez se bautizó con el Apure,
es el cacao el oro de Caucagua
y en Barinas adoban al acure.
Triunfaron los corsarios en Tucacas;
El Dorado nació por los cocuyes;
el Guaraira Repano es de Caracas
y de Bolívar, prístinos tepuyes.
Gracias al Gran Guajibo por su espuela
que heredamos la estirpe en Venezuela.
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