La inopia canaliza la vergüenza,
imponiendo la vida con estruendos;
quien la prevé, se espanta… luego piensa:
—Que nadie me descubra con remiendos.
La pancarpia dorada, que a Chocano,
cincelada en la gloria —por sus rimas—,
revuelve su carácter por lo vano
al sublimarlo a descollantes cimas.
Habitando en Santiago, se amilana:
—¡Violentan mi existencia cortesana!,
¿relego, acaso, antaña ceremonia?
Aleja de su casa toda hiel,
y de su frente el rastro. Testimonia:
—Hubo oro donde tizna el oropel.
La aporofobia (del griego άπορος (á-poros), sin recursos, indigente, pobre; y φόβος, (-fobos), miedo) es una fobia que representa el miedo hacia la pobreza o a los pobres. Aunque también puede interpretarse como la repugnancia u hostilidad ante el pobre, el sin recursos o el desamparado.
Este neologismo, a pesar de no estar incluido en el Diccionario de la Real Academia Española, es usado en algunas publicaciones y existen grupos que piden que sea incorporado en el mismo, y fue acuñado por la filósofa Adela Cortina en una serie de publicaciones en los años 90 para poder diferenciar esta actitud de la xenofobia, que solo se refiere al rechazo al extranjero, y del racismo, que es la discriminación por grupos étnicos.
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